Una lujosa y minimalista estructura de eucalipto, encajonada entre las estrellas, el mar y la originalísima arquitectura del Hotel. La sensación acogedora de la arena a los pies es otro mensaje en la sensación de estar inmerso en el destino.

Uno de los máximos representantes del espíritu estético y arquitectónico de Pedras. Una estructura vertical de cubos geométricos, que envuelve a los huéspedes con un hermoso jardín. Un torrente de fragancias, la intensidad visual de la decoración exclusiva y personalizada, mezclados con el impacto de los sabores del restaurante Corten… Otra experiencia gastronómica sinestésica y romántica abrazada por un jardín a la luz de las velas.

La danza de los cocoteros, guiada por el viento, es un espectáculo innato de la costa nororiental, que se destaca en la playa Patacho por el intenso brillo de su cielo ambiciosamente estrellado. Verlo desde una cabaña, en medio de una cena no solo romántica, sino gastronómicamente única, con una decoración sencilla y personalizada a un nivel que solo tu alojamiento podría tener, es una experiencia cuya sencillez es casi incoherente con su propia grandeza.

Una experiencia que no necesita palabras. Las comidas principales en el restaurante Corten, servidas con los pies en la arena en una inmersión en Praia do Patacho; siente la brisa del mar, escucha el sonido de las olas y disfruta de una banda sonora en armonía con el paisaje. Entrégate por completo al destino y llénate de él.

Para un destino de experiencias inusuales e impactantes, es recomendable que la primera de tu día también lo sea. Un desayuno de perfección estética y atrevimiento de sabores; ya sea sobre tableros rústicos y elegantes, o montados en la hermosa bandeja flotante, hecha con madera de reforestación.

Una cena romántica aún más cerca de las estrellas. Vive una experiencia hermosa e inusual en uno de los espacios más exclusivos de todo el hotel. Una vista privilegiada, desde el punto más alto del restaurante (360°), de la arquitectura del Hotel, el cocotal y la playa, naturalmente hace de "O Ninho" una de nuestras composiciones más elaboradas y contemplativas.